lunes, 23 de enero de 2012

lluvia.

ahora llueve. una de esas lluvias que promete bajar la temperatura. y ojalá. que refresque, que podamos estar sin ventiladores un rato... quizás, incluso, vestirte. desde que naciste te debemos haber vestido sólo unas 5 veces. estás siempre en pañal, y a veces incluso sin pañal. y te gusta y a nosotros también.

ahora es el día siguiente, martes 24 de enero. tenés 19 días. y dormís en el cochecito enfrente mío, mientras escuchamos las sonatas de mozart, que siempre escuchábamos cuando estabas en la panza. sobre todo el volúmen 1. tu abuela se fue a hacer compras para cocinar muchas comidas para esta semana. y tu papá hoy tuvo que irse a quilmes a trabajar. no se va casi nunca y cuando tiene que irse las dos lo extrañamos...

empecé a escribir este post para contarte sobre tu nacimiento. que fue una de las experiencias más importantes e increíbles de mi vida. y supongo que de la tuya también. te esperábamos para el 16 de enero, en realidad. el lunes 2 habíamos ido a lo de marga, la obstetra, y ella había dicho que no ibas a nacer por el momento, que el cuello no estaba muy blando y que, seguramente, volveríamos a la consulta el lunes siguiente.

pero en la madrugada del martes 3, rompimos la bolsa. no se sabe por qué. quizás porque tenía mucho líquido. o porque las dos nos movíamos mucho... la cosa es que la bolsa se rompió y eso determinó que, fuera como fuese, no podría pasar mucho tiempo hasta que nacieras. edith y marga nos visitaron, hicieron un tacto y el cuello seguía igual de inmaduro que antes. decidieron, por suerte para nosotras dos, esperarnos lo más que se pudiera para que el trabajo de parto se iniciara, darnos un antibiótico para protegerte ahora que la bolsa no estaba e intentar con un pequeña inducción de prostaglandina (que es una hormona que madura el cuello). el miércoles a la madrugada entonces, tomé la primera mitad de pastilla de prostaglandina. y, siempre, los globulitos de caulophilum, claro (pero, ahora, diluídos en agua y tomando traguitos a cada ratito)

ese martes no pasó mucho. algunita contracción, pero casi sin dolor. yo me ponía en la pelota, bailaba, te hablaba, le hablaba al útero y al cuello del útero para que se activaran y pudieras nacer por parto natural. el miércoles a la tarde, con mi vestido azul (el mismo con el que canto con Los Malos) nos fuímos con tu papá caminando hasta LadoBueno a tomar un helado. ya había tomado dos mitades de pastillita de prostaglandina y el trabajo del útero empezaba a notarse. tenía contracciones que me hacían parar de caminar, pero no dolían tanto tanto. fuímos y volvimos tranquilos. y a la noche, cenamos en el patio, sabiendo que esa era la última cena que pasaríamos con vos dentro de la panza. era hermoso, emocionante y un poco inquietante saber que estabas por nacer, sí o sí. si el trabajo de parto no se desencadenaba, sabíamos que tendríamos que ir a la clínica. pero, por suerte, esa noche las contracciones se intensificaron bastante. y, después de la última mitad de pastillita, que tomé a las 6 de la mañana del jueves en que naciste, se intensificaron todavía más. eran sacudones que me dejaban sin saber mucho dónde estaba parada. iba de la cama al baño, del baño al banquito de parto, y las contracciones venían súper seguido. tu papá dice que se tentaba un poco porque yo insultaba con frases muy largas, sin repetir nunca ninguna palabra. y sí, hija... no era la imagen romántica de las películas... pero lo bueno es que tampoco era trágica, ni desgarradora. yo no gritaba de dolor, ni lloraba. puteaba, me movía, caminaba. era más salvaje, vital y visceral que otra cosa. en un momento tu papá llamó a edith y ella les dijo que estaban ¡en otro parto!... yo me puse bastante nerviosa, porque sabía que tu nacimiento no iba a demorarse mucho. era imposible que eso que estaba pasando durara más de 2 o 3 horas, yo lo sentía en el cuerpo muy claramente: todo había empezado a desencadenarse con velocidad, ahora. y unos minutos antes de que ellas llegaran, empecé a sentir las ganas de pujar. estabas muy cerca. tan cerca que le pedí a tu papá que mirara, para ver si veía tu cabecita. yo sentía que ya estabas ahí, y que empujábamos juntas, irresistiblemente, para que salieras al mundo. edith y marga habrán llegado a eso de las 8 y 10 o y cuarto. y me dijeron que eligiera en qué lugar quería ponerme porque en ese lugar nacerías. pedí que viniéramos al living. primero me acomodé en el banquito de parto y pujamos algunas veces ahí. pero yo no tenía suficiente fuerza, entonces me acomodaron en el sillón, sentada contra el respaldo. me acuerdo que edith me dió helado, que tu papá estaba tan cerca siempre (y que puso la música de povnia, con la que naciste, y eso me emocionó mucho). y, entonces, en un momento en el que yo pensé que ya no podía pujar más, mientras tu papá me decía "dale, li, ya veo la naricita, falta muy poco..." parece que vos también hiciste fuerza y te terminaste de deslizar por el canal de parto.

y naciste, hija.

y fue lo más importante que nos pasó en la vida, que se revolucionó para siempre. te pusieron en mi pecho, te limpiaron un poco con una toalla con la que te taparon, te prendiste a la teta enseguida y casi no lloraste, tranquila, en contacto con mi piel. tu papá cortó el cordón umbilical y siguieron esas cosas como la salida de la placenta y algunos puntitos que me dieron. pero nosotros tres ya estábamos sumergidos en este mundo nuevo. nosotros tres en tribu felíz. familia nueva. vos en mi pecho, y tu papá abrazandonós a las dos.

algo así como una hora después llegó la neonatóloga a verte y te revisó en mi pecho. sólo te sacaron un instante para pesarte (pesaste 3,490 kg y mediste 51 cm). estabas perfecta. pura vitalidad. con esa succión potente y ese agarre a la teta tan pujante.

desde la panza, siempre fuíste muy vital. tu corazón siempre latía poderoso. y te movías mucho. y ahora, acá afuera, sos bastante pancha, dormís o te quedás despierta largos ratos tranquila... pero cuando querés algo, lo pedís que esa misma vehemencia y carácter. tenés pulmones poderosos...

ya estás empezando a moverte y supongo que querés teta. así que hoy voy hasta acá y después sigo.

te amo. te amamos. tanto y para simpre.

lunes, 2 de enero de 2012

otra peli.

esta la vimos el otro día. y cantamos mucho la canción, pero le inventamos la letra...


ahora estamos viendo Totoro.

sé que te van a gustar.

la vida.

preciosa hiji: este blog está medio abandonado, pero es porque tu papá y yo, aquí en el mundo real, estamos completamente conectados con tu próxima llegada.
preparando cosas, limpiando, pintando, decorando...
no estamos ansiosos, porque estamos disfrutando mucho de todo este momento. y te esperamos con calma.

ahora mismo, tu cuarto es un lío. todo repleto de cosas sin un orden. y mucha ropita siendo planchada. tu papá diseña el árbol que irá en la pared. el otro día terminamos tu lámpara con pájaros.

hoy, en la obstetra, tu corazón se escuchaba tan poderoso.
sos pura vida. vida, movimiento y corazón.
adoro llevarte en mi panza.

te amamos.